En la actualidad resulta familiar escuchar sobre la importancia que
tiene la escuela como ente formador, siendo igualmente importantes los factores
o elementos que la conforman, así como la necesidad de que todos estos
elementos cumplan su objetivo de manera armoniosa y aquí es donde comienza la
dificultad, ya que no siempre a simple vista se puede constatar que dicha armonía se cumpla. Surgiendo de esta
manera la necesidad de evaluar a los planteles o centros educativos, bajo la
constante de ofrecer servicios educativos de calidad.
La calidad de las instituciones constituye un concepto
multidimensional, relativo y contextual ya que permite ser definido desde
múltiples perspectivas, por distintas audiencias con intereses claramente
diferentes y en situaciones contextuales muy diversas (Rodríguez, 1995). Cada evaluador se verá obligado a
precisar el enfoque o perspectiva evaluativa que asume en cada caso.
Referencias de consulta.
Béjar Díaz Juan. (s.f.). La Evaluación del
Centro Educativo. España: CEP Castilleja de la Cuesta.
Rodríguez, S. (1995). La evaluación de la enseñanza universitaria.
Barcelona: Civitas.
Schmelkes,S.. (s.f.). La Evaluación de los Centros
Escolares. México: CINVESTAV-IPN.
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